En la Biblia, varias veces los hombres y mujeres de Dios tuvieron una visión donde, delante de sus ojos, Dios muestra algo como en un televisor, pero que sólo es algo espiritual. No físico. Yo mismo experimenté esto el día después de haber entregado mi vida a Jesús. Fue una experiencia muy increíble porque yo no sabía cómo orar, cómo hablar con Dios. Yo me encontré con Él en la visión y estaba a punto de aprender a hacer las cosas con Dios y en este momento, Dios me ayudó mucho dándome esta visión donde podía ver y entender lo que me estaba enseñando.

La visión puede venir en varias formas. Una de las formas es ver como en un televisor. Ver algo “espiritual” como en los televisores que todos conocemos, donde puedes mirar y entender.

Otra manera de escuchar la voz de Dios, que escuché que algunos experimentan, es ver algo escrito. Esto sucedió en la Biblia también, en el libro de Daniel cuando el rey vió una mano escribiendo un mensaje. Y conozco a un pastor que vió un mensaje escrito en la frente de otra persona y era un pecado con el cual la persona estaba luchando. Este pastor le confronta, diciendo: “Tu problema es tal pecado” (mencionando lo que vio escrito en su frente) y resultó ser cierto. La persona estaba luchando con ese pecado que le fue revelado al pastor a través de la visión escrita.

La otra manera de recibir una visión es a través de la imaginación. Cuando digo, por ejemplo: pelota roja, tu cierras tus ojos y puedes ver una pelota roja sin mucho esfuerzo. En ese mismo lugar de tu mente, Dios habla con nosotros. A veces, estamos orando con nuestros ojos cerrados y vienen a nuestra mente imágenes y pensamientos y queremos evitarlos para enfocarnos en Dios pero a veces es Dios hablando con nosotros. Si nos damos cuenta de estas imágenes, puedes encontrar muchas veces la respuesta de tu oración. Te quiero animar a no sólo escuchar este mensaje, sino intentar ponerlo en práctica porque recuerda que en Hebreos dice que a través del uso es cuando entrenamos nuestros sentidos. A través del uso aprenderás a escuchar Su voz cada vez más. Vas a ver más y entender más.

Más adelante vamos a hablar sobre los otros sentidos.